Gira de observación a conocer huellas de mastodontes en la Quebrada de Chalán

Gira de observación a conocer huellas de mastodontes en la Quebrada de Chalán

¿Que pensarías si te decimos que a 15 minutos de Riobamba puedes ver huellas de mastodontes?

Pues no es una locura, en la parroquia Punín, ubicada a 14 km de la ciudad de Riobamba se encuentra un museo paleontológico muy famoso del Ecuador, se lo conoce como la Quebrada de Chalán.

En este sitio se produjo el hallazgo de un cráneo humano en 1923, el cual es considerado el vestigio humano más antiguo en el país; desde entonces, el cauce ha ido revelando más vestigios arqueológicos y paleontológicos, convirtiéndose en un sitio reconocido por el instituto nacional de patrimonio cultural (INPC). El cráneo no se pudo relacionar del todo con el contexto paleontológico encontrado en la Quebrada de Chalán. En 1980, dicho cráneo fue datado por el método del carbono 14 en 4.950 años aproximadamente, lo que significaría que se trata de la etapa del paleoindio tardío, aunque no se han encontrado datos culturales asociados con el cráneo.

Estudiantes conociendo las famosas huellas de mastodonte

A solo cinco minutos del museo, se encuentra uno de los lugares que mas  ha llamado la atención de científicos y turistas, debido al hallazgo de huellas antiguas. Según testimonios de los lugareños, extranjeros llegaron a estudiar las huellas y determinaron que son de mastodontes pues, tras un aluvión, se pudo observar huesos de esos animales incrustados en la tierra. Es muy interesante, pues son vestigios que nos remontan al pasado y que quizás estamos sobre un cementerio prehistórico. Por lo cual se sigue visitando el sitio y se lo trata de conservar.

Este famoso museo fue visitado los días lunes 28 y miércoles 30 de marzo por nuestros estudiantes de décimo de básica paralelo “A” y “B” de la mano de la docente de Ciencias Naturales, Lic. Adriana Moyolema. Los estudiantes pudieron observar restos de mastodontes, caballos prehistórico, vasijas, lechuzas gigantes, osos perezosos gigantes, tigres dientes de sable, así como un cráneo Puninoide. Después del museo se realizó una caminata de 30 minutos por un sendero para llegar a las huellas de los mastodontes. Un aprendizaje que marca «huella» en ellos. Esta fue la primera salida pedagógica desde la pandemia que se realiza en la institución, lo cual nos llenó de alegría.
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